martes, 6 de diciembre de 2016

Resident Evil DBG - Mazo de infectados Residen Evil 5

pues si que hace tiempo que no tocaba esto, es lo que tiene, lo vas dejando lo vas dejando y llega un punto en el que se te olvida que lo tienes.

Esta entrada se debe al juego de mesa (con un par de años ya) de Resident Evil, un Deck Building Game en el que los jugadores interpretan a un personaje de la saga yse adentran en una mansión (El Deck).

El juego es muy simple, con un funcionamiento exacto al del clasico juego "Dominion" pero con la mecánica del combate y las habilidades de personaje.

En esta entrada subo para que todo aquel interesado en jugar, un PDF con todos los Infectados que pululan por la mansión, listo para imprimir y jugar. Hay algunos oficiales, otros son fanmade, pero en su conjunto dan la experiencia de juego mas cercana al juego de Capcom de tan infima calidad .

PDF Infectados Re5
Aquií dejo un par de imfectados de muestra













jueves, 23 de octubre de 2014

Friki, borracho y fan acerrimo de Marvel,Dc y compania

Esta entrada podria haberse llamado "Como el alcoholismo y un camping hacen dejenerar un juego" pero asi esta la cosa.
Recordamos de entradas anteriores la exposicion del futuro juego de rol chorra definitivo, TAvengers Asemble, pero se fue dejando se fue dejando y al final la idea se quedo en nada... hasta una noche en cierto festival gallego.
Con ganas de divertirnos hicimos una partida de rol, asi que decidi rescatar esa idea... y modificarla para la situacion.
Ahora TAvengers en un juego de rol de copas, No hay ficha, no hay PV, solo hay un d20 y chupitos.

El sistema ahora es el siguiente:
-El Pj elige su poder como se menciono antiguamente (Pillar poder chorra y eso)
-Las tiradas son a dificultad 11+.
-En caso de fallar una tirada que implique el poder, el jugador puede beber un trago de cerveza/kali para repetirla.
-Si un jugador recive un impacto, no pierde salud, por que eso en este juego no existe, en su defecto se mete un chupito al cuerpo.
-Si un Pj derrota un minion, el master bebe un chupito.
-Los jugadores ganan si terminan la historia.
-El master pierde si termina borracho perdido.

Tras la partida de prueba no supe ni como me llamaba, solo se que una botella de jack Daniel's callo y tropecientas latas de cerveza. Espero que la idea os resulte entretenida, ya que a mi me ha salvado muchas noches que pintaban aburridas.

Siento ponerlo ahora en vez de hace meses como deberia haberlo hecho, pero he tenido problemas con internet y "perdi" la cuenta google, haber si me pongo a subir mas mierda de cuendo en cuando.

Un saludo
     T.Lindelman

sábado, 28 de junio de 2014

Inferno - 6



6

Pase la noche con el resto del grupo, sobre las doce o así me despertaron unos ruidos. Me levante y cogí un cuchillo cuando el chaval que tenia al lado me miro.
-         ¿Que haces?
-         ¿No lo has oído?
-         ¿El que?
-         Ese ruido
-         … ah, tranquilo, no es nada, solo el capullo de Toni violando otra vez a su novia.
-         ¿Qué? ¿Y nadie hace nada?
-         ¿Que quieres que hagamos? Quitando a sus amigos que murieron en el centro comercial todos somos unos críos, y si seguimos aquí es solo por que ella le convenció de que nos quedáramos.
-         ¿Y los que la palmaron no hicieron nada?
-         Nada, te lo he dicho, eran sus amigos, les parecía hasta gracioso, se que esta mal decirlo, pero me alegro de que hayan muerto, eran unos cabrones.
-         Mira, te ha salido un admirador. (No pude evitar sonreír con eso)
-         Tu tranquilo, yo no soy como ellos.
-         No, tu solo te comes a la gente
-         Me ocupare de sacaros a todos de aquí.
-         ¿En serio? ¿Cómo?
-         No se lo digas a nadie, pero se como salir de aquí -Guiñándole un ojo.
-         ¿Pero como lo vas ha hacer?
-         Tranquilo, déjamelo a mí, os sacare a todos de esta mierda.
-         Gracias… pero ojala no fuera a todos…
-         ¿Lo dices por el? tranquilo chaval… aveces ocurren accidentes.

El chaval me sonrió y se volvió a dormir. Los ruidos pararon y la calma volvió al edificio, mientras yo pensaba como coño cargarme a ese despojo humano y como coger las cosas de casa sin que vieran el cadáver de Rebeca y la chaqueta y el equipo que llevaba cuando me cargue a sus amigos.

A la mañana siguiente me desperté bastante pronto, había solo un par de personas despiertas así que aproveche para salir e ir a casa a por los suministros y a dejarlo todo el equipo preparado para recogerlo lo mas rápido posible el ultimo día.
Al volver con todo ya estaban despiertos, Toni se acerco y me dio otra ostia
-         ¿A ti que coño te pasa?
-         ¿Qué?
-         Dijimos que te acompañarían a recoger las cosas, no que te irías tu solo.
-         Y que importa, os he traído la comida y no se ha arriesgado nadie, mas que una ostia, esto merece una mamada, así que deja de tocar los huevos.

En un momento se puso rojo y saco la pistola, por suerte su novia le agarro el brazo, si no me llevaba otro tiro, y la sensación no es nada agradable.
-         Bien gilipollas, si tantas ganas tienes de hacerte el héroe, coge el coche ahí afuera y saquea la comisaría, si vamos a salir de aquí necesitaremos armas y munición.
-         Como usted ordene, lord comandante.
-         Tienes diez minutos para irte, y no vuelvas sin eso.

Salí del edificio y monte en el coche, parecía que estaba en buen estado y tenía el depósito medianamente lleno, así que no me quedaría tirado a medio camino, o por lo menos no lo parecía.
Los efectos de conectar el reloj del ayuntamiento eran cada vez más visibles, mas y mas iban camino del centro y los pocos que había por los alrededores no suponían ningún gran problema. Al llegar a la calle de la comisaría las cosas se complicaron, decenas de coches abandonados entorpecían el camino, así que hubo que improvisar y continuar por el paseo peatonal. Con el coche aparcado en la puerta y las llaves puestas, apague el motor y me dirigí a dentro.

Las puertas de acero no estaban cerradas, y las de cristal completamente destrozadas, restos de carne, jirones de ropa, huesos rotos y mordisqueados y sobre todo sangre, todo eso es lo que había por el suelo y paredes. No parecía haber nadie dentro, pero al poco pude ver siluetas al fondo, siluetas que terminaron en zombis acercándose primero despacio, y después a un ritmo algo más frenético arrastrándose lo mas deprisa posible. A simple vista había unos tres, algo sencillo, pero los ruidos procedentes de mi espalda me hicieron cambiar de opinión, otra tanda aun mas grande salía de las oficinas, algunos tambaleándose y otros arrastrándose, no tuve tiempo suficiente para fijarme en ellos, ya que uno del primer grupo pasó por el detector de metales, haciendo saltar la alarma y provocando que no solo los otros vinieran con mas ganas, si no que los que había en las oficinas de enfrente y en el piso de arriba, también salieran con ganas. Dos cayeron o se tiraron del piso de arriba hacia mi, se quedaron cortos y por suerte solo tuve que pisarles la cabeza, pero lo que me venia por delante y los lados ya era otra historia.
Los primeros en llegar fueron los tres de la derecha, armado solo con cuchillos la cosa se complico mas de lo que me esperaba, con dos cuchillos largos de carnicero comencé a defenderme por su zona, al primero el golpe le rajo la cara hasta que el cuchillo se quedo clavado a mitad de recorrido, a la altura de la nariz en un golpe de arriba a abajo, todavía se movía, así que solo con girar un poco el cuchillo se le revolvió del cerebro como quien mueve una cuchara dentro de una sandia, solo que con un “crac” adicional producido por la fractura del cráneo, al segundo directamente el filo del cuchillo le entro por el ojo y salió sin problemas arrastrando una pasta de sangre, cerebro y fluidos oculares, el tercero fue el mas simple, con un cuchillo clavado en la cabeza de uno, solamente lo solté y con la mano libre le agarre la cabeza y se la estampe contra el pico de la mesa de recepción, el crujido de su grane fue bastante reconfortante, creo que me estaba empezando a volver adicto a ese sonido.
Uno de los zombis tenia el uniforme de policía todavía puesto, en su cinturón llevaba la pistola reglamentaria, así que jugándomela a una carta, le lance el cuchillo que tenia en mano al que tenia mas cerca, cogí la pistola, le quite el seguro, y en cinco segundos los que me salieron de frente estaban en el suelo con un tercer ojo en la frente, solo faltaban los que me venían por la izquierda, eran un grupo algo grande, unos siete podían contarse a simple vista, levante el brazo con la pistola para dispararle al primero, cuando algo que debería haber previsto ocurrió. Un zombi me mordió el brazo y me hizo fallar el tiro, que para mi desgracia, era el último. Al estar todo en calma, los disparos y el sonido del detector no solo atrajeron a los que ya estaban dentro, si no que los de afuera también habían comenzado a venir, un grupo aun mas grande estaba a punto de entrar, unos veinte zombis sin contar con el que tenia encima. Le incruste la pistola en un ojo y corrí ha cerrar las puertas de acero, los zombis se amontonaban en la puerta y sabia que no aguantaría mucho, el brazo se curó y tras recoger los cuchillos me lance a por los del pasillo, no eran demasiados y de siente que se veían solo cuatro estaban de pie, despejado el vestíbulo, empuje la mesa de recepción, las sillas y hasta algunos cadáveres para que hicieran tope y poder ganar un par de minutos extra.

La comisaría estaba completamente destrozada, no había nada salvo restos humanos, de cuando en cuando salía algún solitario rezagado, pero no daba ningún problema. Finalmente llegue al almacén de pruebas, que en una ciudad tan pequeña también serviría como almacén de armas, la teoría fue correcta y pude deleitarme con la visión de una tanda algo gastada de escopetas, pistolas y municiones varias, rebuscando por los alrededores encontré bolsas de la policía y algún que otro zombi, las llene hasta arriba mientras revisaba algunos zombis muertos por si tenían munición, pude oír como la puerta cedía, abrí la bolsa, cogí una pistola y dos cargadores y mientras veía como la horda se acercaba, empecé a disparar como un loco, reventando cabezas una detrás de otra, hasta que me quede sin munición y solo quedaba uno, así que salí corriendo hacia el y le di una patada en el pecho, cayó de espaldas y una vez en el suelo empecé a darle puñetazos en la cabeza, hasta que donde antes había una frente, ahora solo había un hoyo del que salía sangre y pedacitos de cerebro.
Aprovechando el subidon de adrenalina volví a por las cosas, cargue todo en el coche y volví con el grupo. La recepción fue algo mas extraña de lo esperado.
-         Vaya, has conseguido volver.
-         Si, soy algo duro de matar ¿No os lo había dicho?
-         Algo me temía.
La chica pelirroja acababa de llegar detrás de mí, no la había oído llegar y desde luego no la había visto.
-         Hola cariño ¿Qué has encontrado?
-         Nada, solo sus cuerpos como el dijo, en la mochila tengo sus pistolas y algunas provisiones mas.
-         Espera ¿Has ido al centro comercial?
-         Estas jodido ♫
-         Si ¿Pasa algo?
-         No nada.
-         Jajaja bueno ¿Ahora quien es el que tiene mas huevos? Deja las armas, entra dentro y vete a las duchas de fuera, quítate esa sangre y mandare a alguien para que se asegure de que no te han mordido.
-         Oh ¿Y por que no viene tu novia?
-         ¿Y por que no te vuelo la cabeza?

Pasé de el y me fui a las duchas, no estaba de humor para llevarme una ostia y desde luego tenia cosas mas importantes en las que pensar.
Al rato en las duchas vino el chaval de la noche anterior.
-         Hola, Toni me manda para ver si no eres un zombi.
-         Jajaja tranquilo chaval, no me han mordido, y no muerdo.
-         No se que parte de esa frase corregir primero.
-         Siento tardar y dejarte tiritando aquí, Toni me obligo a esperar, de verdad que te odia, creo que le pones nervioso.
-         ¿En serio? Bueno, el sentimiento es reciproco, pocas veces había visto a un capullo de tal calibre.
-         Ya Jajaja, bueno pues no tienes heridas así que… ¿Qué te pasó en el pecho?
-         … nada… un, accidente hace tiempo, nada serio.
-         Ya… vale, pues ten, algo de ropa limpia, te esperamos el vestíbulo, quieren hablar contigo.
-         Ok, nos vemos chaval.

Vestido con un chándal y unas pintas cani que no podía con ellas, entre al vestíbulo mientras mis pulmones se congelaban por el vaho, aunque fuera un bicho raro que se regeneraba e incluso encontrara cierto gusto erótico en el dolor, estar a tres grados bajo cero con un puto chándal era demasiado. Dentro estaban todos esperándome, revisando las armas y limpiando algunas.
-         Chaval, te han pillado, de esta no salimos, ha sido un placer conocerte.
-         Bueno Dante, has cumplido con lo de las armas, y nos trajiste las provisiones que nuestros amigos no pudieron traer, has cumplido en todo así que dinos ¿Cómo coño tienes pensado sacarnos de aquí?
-         Ostia puta.
-         Oh, pues… es eso… bien, pues la cosa es muy simple, el alcalde dejo un mensaje en el que explicaba como poder pedir ayuda al gobierno, no arriesgaran a un equipo por un puñado de personas, pero tal y como esta la situación aquí y con la ventaja de que tenemos una estación de tren, podrán mandar un tren con un equipo para sacarnos de aquí y escoltarnos a la capital. La pega es que no somos suficientes, vine a vosotros por que sois los que tenia mas cerca, la otra parte del plan es contactar con el grupo que hay en la biblioteca, son muchos mas que nosotros y con ellos creo que podríamos conseguir la evacuación.
-         ¿Y como has pensado contactar con los de la biblioteca?
-         Pues o por teléfono y rezar que este conectado, o directamente presentarme allí igual que hice con vosotros.
-         ¿Y la extracción como la vas a pedir?
-         Le birlé al cadáver del alcalde la tarjeta de las oficinas de interior, una llamada explicando la situación y arreglado.
-         Bien, mirare en Google, haber si encuentro el numero, has cumplido, gracias por todo.
-         ¿Perdón?
-         Te van a matar, lo sabia.
-         Que gracias, no esperes que lo repita.

Acto seguido se dio la vuelta y se fue con su novia, creía que me había librado, pero entonces mire a los ojos a su novia, esos preciosos ojos que te derriten el alma, y pude ver una mirada que parecía decir “Se que te los has cargado cabrón”, era obvio, por muy mordisqueados que estuvieran los cadáveres después de tres días a la intemperie, no podían ocultarse cosas como las balas en los huesos, las rajas producidas por armas blancas, o una puta varilla metálica atravesando una cabeza.
Si no me han acribillado ya, quiere decir que todavía no se lo ha dicho, a lo mejor no sabe que he sido yo, o no lo ha pensado… o a lo mejor es que le importa una mierda, pero por seguridad decidí que seria mejor dormir armado durante el resto de días que estuviera por allí.

lunes, 2 de junio de 2014

Partida de Vampiro: La Caza del hereje

Bueno, pues como primer y posiblemente unico post del mes (estoy mas liado que de costumbre), aqui dejo una partida propia para el mitico juego Vampiro: La Mascarada.

La partida tiene como argumento la presencia de Baali en españa, con lo que los personajes deberan investigar la misteriosa secta y hacer frente a los horrores del infierno convocados por sus siervos humanos.
Como siempre mucho gore, algunos puzles, y una batalla final digna de Tarantino, una partida corta pero divertida.
Disfrutadla

La Caza del Hereje (PDF)

jueves, 22 de mayo de 2014

Inferno - 5



5

Me sentía de puta madre, la sensación era indescriptiblemente placentera, tanto que cuando volví en mi no me di cuenta de que tenia a un zombi mordiéndome el brazo, le aparte y le estampe la cabeza contra la barandilla, haciendo que toda su frente estallara pringándolo todo de sangre coagulada y trocitos de cerebro.
Mire al cabrón de Aitor por ultima vez, me había pasado mordiéndole, tenia la columna rota y la cabeza casi le colgaba de un hilo, le pegue una patada para terminar de arrancarla y vi como salía volando mas de veinte metros hasta estamparse contra la pared. Mire los cuerpos y recogí mis cosas, tuve suerte y todo seguía en su sitio, recogí lo mas útil que tenían y tras agenciarme varios cargadores llenos salí del centro comercial aplastando los cráneos de todos los zombis que se cruzaban por mi camino.
-          Que ¿Pasándotelo bien?
-          Como nunca amigo.
-          ¿No has pensado que antes te has parecido bastante al grandote del hacha? Que digo, por supuesto que lo has pensado, si no, no te lo estaría repitiendo.
-          Por que no te vas un poco a la mierda, no me cortes el rollo, me siento de puta madre, mejor que nunca, déjame disfrutarlo mientras me dure al menos.
-          Vale, como quieras tipo duro, lo único que deberías volver a mirarte en un espejo, no recuerdo que tus ojos fueran de ese color.
-          ¿Qué coño?

Antes de salir entre en los baños y tras cargarme a otro zombi arrancándole se propio brazo y machacándole la cabeza con el, me mire en el espejo.
Tenia la cara completamente cubierta de sangre, sesos y pedazos de carne, pero lo llamativo fueron, como ya había dicho, mis ojos. Los ojos que antes eran marrones ahora eran de un color rojizo, me habían reventado varios capilares pero aun con todo podía verse como el iris había cambiado de color, era algo bello e inquietante, personalmente me encantaba el cambio, pero por otro lado me acojonaba bastante ¿Qué coño esta pasando con mi cuerpo?

Aprovechando que todavía tenía el subidon, decidí, como cuando uno esta borracho, hacer algo arriesgado y estúpido, ver la situación de la zona centro.

Cuanto mas me acercaba al centro, mas y mas zombis había. En algunos sitios habían formado barricadas pero fueron inútiles ya que estaban destrozadas y había sangre por todas partes, varios bloques de viviendas tenían las puertas taponadas y muchos más directamente no tenían ni puerta, solo un amasijo de hierros y cristales rotos, sangre y algún que otro resto humano (lo que viene siendo un montón de huesos y ropa rota).
Entre golpes y sigilo, conseguí llegar al ayuntamiento, era casi de noche, así que decidí buscar una forma de entrar y ya haría noche dentro. Había una puta convención ahí fuera, al acercarme lo suficiente pude ver el por que, todos los zombis se apiñaban en las puertas del edificio del mercado, así que deduje que ahí dentro debería de haber supervivientes, sintiéndolo por ellos seguí mi camino hasta la puerta del ayuntamiento, cada vez mas zombis se fijaban en mi, así que tuve que moverme rápido hasta la puerta solo para descubrir que estaba atrancada por el otro lado. Habían encadenado la puerta por dentro y además había una barricada al otro lado, note como algo me agarraba por detrás y al darme la vuelta vi a un zombi apunto de morderme, así que con la mano del guante de carnicero le metí el puño en la boca y de un tirón le arranque la mandíbula, se desangraba sobre mi y el olor me ponía enfermo, entre arcadas vi como cuatro mas se habían dado cuenta de mi presencia, así que tire al mutilado al suelo y le pise la cabeza, corrí calle arriba y entonces vi mi salvación, el bar de la esquina tenia las mesas apiladas, con lo que lo único que tenia que hacer era acercarlas un poco al balcón.
Corrí y moví la torre de mesas lo justo para llegar de un salto, pero no podía subir con tanto zombi cerca. Baje por la calle hasta la acera y comencé a saltar sobre un coche hasta hacerle saltar la alarma, me escabullí intentando que no me vieran y di la vuelta al edificio. Una vez de nuevo en la torre de mesas subí con pocos problemas y pude ver como la idea del coche había sido medianamente buena, aunque estaba atrayendo a más zombis de los que había antes, de un salto me colé en el balcón y de una patada entraba en el edificio.

El edificio estaba completamente destrozado, había sangre, puertas rotas y marcas de golpes por la pared, encontré un par de muertos, pero esos no se movían, estaban colocados en filas y envueltos en tela, la mayoría en cortinas y un par en banderas, aquí había alguien, o al menos parecía que lo había habido. Registrando el ayuntamiento se podían ver signos claros de que aquí había alguien, botellas vacías, latas de comida, colchones improvisados… lo normal en un campamento, siguiendo los restos llegue al despacho del alcalde, al abrirlo me lleve una grata sorpresa, estaba allí dentro, algo podrido y con un agujero en la cabeza, fue un pequeño golpe de suerte para el currante ver a un cabrón corrupto como el así, me acerqué y encontré un revolver en su mano, todavía tenia un par de balas, así que me lo lleve, mirando el cuerpo pude ver la razón de pegarse un tiro, tenia la mano vendada, con lo que seguramente le habrían mordido. Mientras registraba como podía el despacho, me fije en que la pantalla del ordenador estaba parpadeando, moví el ratón y la pantalla se iluminó, dejando ver un documento Word.
Si alguien esta leyendo esto, quiere decir que la ayuda que nos prometieron ya ha llegado, o en el peor de los casos, eres otro superviviente buscando refugio, si ese es el caso, siento decirle que ha venido al lugar erróneo.
El grupo que aquí estaba se traslado al edificio de la biblioteca buscando reunirse con otro grupo, mientras nos preparábamos para irnos hubo un ataque y entraron varias de esas cosas por las ventanas traseras, sacrifique a mi ayudante para poder escapar, pero aun si me mordieron, sabiendo cual es mi sino, he decidido quedarme aquí, no me convertiré en una de esas cosas, no como mi familia.

Si por algún casual quieres intentar conseguir ayuda, en mi cartera esta la tarjeta de la Oficina de Defensa, puedes intentar ponerte en contacto con ellos, la ultima vez que hable con ellos me dijeron que no pondrían en peligro un equipo para sacar a un par de civiles, pero que si fuésemos la mayoría de supervivientes de la ciudad podrían mandarnos un tren.
Las opciones son pocas, pero cualquier cosa es mejor que quedarse esperando a morir, te deseo suerte, seas quien seas, porque hagas lo que hagas la vas a necesitar.

Al final el viaje al centro no fue tan en vano como me estaba temiendo, hice noche y por la mañana me dispuse a salir. Al asomarme al balcón, vi una cantidad muy superior a la que había ayer, el ruido del coche fue una idea malísima a fin de cuentas, pero me había dado otra, una idea que desde luego era buena para mi, pero nefasta para los del mercado, sintiéndolo por ellos, subí hasta el reloj del ayuntamiento y volví a conectar la campana, la deje encendida para que sonara todos los días al dar la hora, desde allí arriba podía ver toda la calle y decidí salir por el tejado. Tanto tiempo sin mantenimiento había dejado el tejado completamente asqueroso, tejas congeladas y sueltas abundaban por toda la zona, pisar en falso podría resultar caerse y pegarme una ostia de diez metros de altura para ser después brutalmente devorado, estoy seguro de que no me mataría por ello, pero mejor no correr riesgos. Una vez en la parte posterior solo tuve que saltar a una farola y deslizarme hasta abajo, desde allí me dirigí de nuevo a casa.

El camino fue medianamente tranquilo, hasta que sonó la campana, en una ciudad tan en calma, el ruido se oía a varias manzanas, mientras volvía pude ver como varios grupos de zombis se dirigían al ayuntamiento, la idea pareció funcionar perfectamente, con lo que las zonas apartadas ahora serian un poco mas seguras. Una vez en casa, me deje caer en el sofá.
-          Que ¿Te lo has pasado bien?
-          No jodas, creía que me había librado de ti, estabas bastante callado.
-          Si bueno, el que fueras por ahí mordiendo gente y reventando cabezas a puñetazos me relaja bastante la verdad.
-          Mira tu que bien, ya se que tengo que hacer si me molestas demasiado.
-          Bien, bien, y ahora bromas a parte ¿Has pensado que coño vamos ha hacer para salir de aquí?
-          Pues lo dicho, buscar supervivientes, hacer una comunidad mas o menos grande, llamar a los de Madrid y que manden un tren para pirarnos.
-          Muy bien si, pero ¿Qué coño haremos allí? ¿No has pensado que te harán si descubren lo que puedes hacer? Por no decir lo de tu nuevo gustillo por la sangre humana.
-          Cualquier cosa es mejor que estar aquí muerto de asco, aburrimiento, hambre y hablando solo.
-          Tú sabrás, pero hagas lo que hagas, primero vas a necesitar más gente, ya conoces la localización de dos grupos, mira cuantos son y con suerte podrás irte esta semana.

Mi subconsciente es bastante convincente, así que decidí ir por la mañana a ver a alguno de los grupos, los ojos rojos ya volvían a ser los de siempre, parece ser que es algo temporal, viene bien saberlo para un futuro. Cargue las armas y por si acaso me puse otra ropa y deje el arco y la espada, lo que menos falta me hacia era que alguno pudiera reconocerme.


Con un jersey, una cazadora vaquera y una ristra de cuchillos, Salí de casa camino al polideportivo. No había mucha actividad por la calle y la poca que había no representaba ningún problema que no pudiera solucionarse con treinta centímetros de acero, al acercarme a la puerta principal pude ver unos cuantos coches taponándola y varios zombis intentando entrar. Sin que se dieran cuenta les rodee e intenté encontrar otra entrada algo mas segura, hubo suerte y vi una especie de rampa improvisada hecha con un coche reventado y un contenedor, así que subí y me colé dentro, no parecía haber gran cosa, fuera, la piscina seguía vacía pero con un par de muertos dentro, la cristalera del bar completamente reventada y dentro todo tirado y completamente saqueado, me preguntaba por donde iban a meter las provisiones los que me cargue cuando me dieron un golpe en la pierna dejándome de rodillas, me agarraron del pelo y note como me acercaban algo puntiagudo a la nuca.

-          Habla o muere.
-          Espera, espera, no soy uno de ellos.

Me soltó cuando me dí la vuelta había tres personas: un chico de no más de trece años, una chica de unos dieciséis, y quien mas me llamo la atención, un chica pelirroja de unos veinticuatro años, con una varilla de hierro manchada de sangre seca, mediría uno sesenta tenia unos ojos verdes enormes y una mirada capaz de derretirte el corazón y arrancarte la cabeza, aunque lo que mas llamaba la atención eran las marcas de su cara, tenia varios moratones y un pómulo roto que viendo como sangraba no habría sido hace mas de una hora.

-          ¿Quién eres y que haces aquí?
-          Soy Dante y he venido buscando supervivientes, unos tíos del centro comercial me dijeron que aquí había gente.
-          ¿Qué? ¿Los has visto?
-          Si, estaban agonizando, algo los había dado una paliza brutal, solo quedaba uno, me dijo que se llamaba Aitor.
-          ¿Cuándo fue eso?
-          Ayer ¿Por?
-          ¿Y has tardado todo un día en venir?
-          No se tu, pero yo no me fío de gente que acabo de conocer, en mi casa tengo todo lo que cogieron, si queréis os lo traigo aquí, además tengo información que podría interesaros.
-          ¿Cómo que?
-          Una forma segura de salir de aquí y llegar a Madrid.
-          Ven con nosotros.

Los seguí hasta dentro del edificio tranquilamente, intentaba planear una forma de quitármelos a todos de en medio si la situación lo requería, pero aquella pelirroja… no podía pensar en nada mas que en ella y como se movía, cuando quise darme cuenta estaba dentro había otras quince personas mas, la mayoría apuntándome. Un hombre de unos treinta se me acerco de entre toda la multitud, saco una pistola y me apuntó.

-          Tira los cuchillos ¿Quién eres?
-          Joder, otra vez, soy Dante, he venido buscando supervivientes, tengo las provisiones del grupo que fue al  centro y se como salir de aquí de forma segura.
-          Vale, sígueme.

Tire todas mis armas y le seguí hasta el ultimo piso, aquel tío haba convertido el cuarto del conserje en una habitación, entramos el, la pelirroja, dos mas y yo, una vez dentro me esposaron a una mesa y todos se fueron, pero antes de que salieran todos, el tío agarro a la pelirroja y la dio un beso delante de mí, la dijo algo al oído y la chica se fue, después de eso y una vez solos me metió una ostia.

-          ¿Que haces mirando a mi novia cabrón? No me fío de ti, así que dime por que no debería matarse ahora mismo.
-          Por que antes de que hicieras nada te arrancaría la garganta de un mordisco capullo.
-          Por que tengo conocimientos médicos, tengo las provisiones de vuestros amigos, y sobre todo porque se como salir de este puto infierno.

Se acercó a mí y me quitó las esposas, me miro a los ojos y nada mas levantarme me estampo contra la pared.

-          Puede que todo lo que dices sea verdad, pero aquí mando yo, si quieres quedarte aquí deberás hacer todo lo que yo te diga y sobre todo dejar de mirar a mi novia ¿Te ha quedado claro pedazo de mierda?
-          Clarísimo
-          Voy a bañarme en tu sangre igual que con tu amigo en cuanto tenga la primera ocasión.
-          Bien, ya es de noche, mañana iremos a por nuestras provisiones a tu casa y veremos como puedes ayudar al grupo, sin armas de fuego, solo con cuchillos, no se como has sido capaz de aguantar todo este tiempo.
-          Pronto lo descubrirás capullo.
-          He tenido suerte.
-          Si claro.

Abrió la puerta y me presento al resto, después me dio el botiquín y me dijo que curara a su novia, mientras la desinfectaba la herida y le daba los puntos estuvimos hablando.

-          Así que tú eres su novia.
-          Si ¿A caso te importa?
-          No para nada, pero deberías cuidarte más, que uno de esos zombis te haga una herida es suficiente para matarte, has tenido suerte.
-          Y bueno…. No han sido los zombis.
-          Vaya, entonces como…. ¿Te lo ha hecho el?
-          No te importa, termina rápido.

Según termine de coserla se fue, ese cabrón se aprovechaba de todo el mundo en su grupo, y en ese momento no se si fue cosa mía o si mi subconsciente tomo el mano, o si ambos estuvimos de acuerdo en la idea mas noble y vanidosa que había tenido, si físicamente era superior a los humanos ¿Eso me convertía en un dios? Y de ser así ¿Un dios no tiene derecho a eliminar a cualquier mortal? Ese cabrón se había aprovechado de mucha gente y la había herido, era mi oportunidad, no, mi deber el de acabar con aquel cabrón, aunque hacerlo sin que los demás se diesen cuenta iba a ser difícil.